4 de diciembre de 2009

Desayuno

María se despierta sin muchas ganas de nada. Abre la nevera, no encuentra ni una manzana y piensa que ayer debería haber pasado por el súper cuando salió del trabajo. Ahora se le hace tarde y se da cuenta que no podrá desayunar.
Se ducha y cepilla los dientes y sale pitando porque hoy no quiere perderse la clase de primera hora: el nuevo profesor de Derecho Romano está como para tomárselo de desayuno.