29 de diciembre de 2007

Inmenso y bello desierto

Inmenso y negro. Inmenso y gris. Inmenso y frío.
La Luna lo ilumina mientras las estrellas le hacen guiños hasta el horizonte.
Inmenso y suave. Inmenso y rojizo. Inmenso en el silencio.
El Sol apunta tras la colina ondulada mientras la Luna permanece serena.
Inmenso y bello. Inmenso y ocre. Inmenso desierto en Merzouga.

A lomos de un dromedario al atardecer del día de Navidad en Merzouga. 2007

17 de diciembre de 2007

Incendios

Llanto en la pared. Amsterdam, agosto 2007 El arte es como el incendio: nace de aquello que quema.
Jean-Luc Godard

Sólo me queda añadir que estoy totalmente de acuerdo con Godard, porque el arte verdadero, ése que llega adentro adentro, que toca nuestra sensibilidad, con el que personas de lo más diferentes se sienten identificadas, es el que nace de alguna clase de dolor. De un sentimiento que tiene que ver la mayoría de veces con el sufrimiento.

Y si no, pensemos por ejemplo en el amor, que puede ser algo feliz en su variante de emoción correspondida. La expresión de ese amor feliz puede devenir en algo empalagoso, caramelizado y pasteloso. No nos engañemos, suele resultar ñoño: canciones ñoñas; dibujos ñoños de corazones ñoños que decoran postales de San Valetín ñoñas; por no hablar de poemas ñoños.
En cambio, el amor no correspondido, que quema, que incendia el alma, suele desembocar en geniales obras que expresan emociones intensas.

Reconozco que hay numerosos y notorios casos que conforman la excepción a esta regla de correspondencia entre arte-dolor, pero estoy convencida de que los artífices/artistas tienen más de una cicatriz emocional que aún sigue supurando.

8 de diciembre de 2007

Homus pericolosus, homus rigidus

Música espontánea en Quibdó, Colombia. Septiembre, 2006
Dicen los indígenas de América del Norte que un hombre que no canta ni baila es un hombre peligroso. Sinceramente, no me fío de la gente a la que no le gusta la música, que no se apasiona con ella.

La sabiduría popular del otro lado del Atlántico también viene a concluir lo mismo que las comunidades originarias de Norteamérica con el dicho: "La música amansa a las fieras". Por lo que se deduce que si los hombres somos animales y los animales, fieras, entonces la música amansa a los hombres. Y llegamos al origen, porque el hombre deja de ser peligroso -esto es, fiera- si canta y/o baila.
Dándole más vueltas al asunto, no cuesta ver más allá y darse cuenta de que, sin duda, la música es el lenguaje universal capaz de traducir y transmitir sensaciones a gente de todo el Globo, rompiendo fronteras culturales, idiomáticas e ideológicas.

A lo mejor, durante las grandes cumbres mundiales de poder debería haber un DJ que, con su música, transformara a los jefes de Estado, militares y demás magnates en hombres no peligrosos que llegaran a acuerdos realmente inofensivos para el resto de la Humanidad.

7 de diciembre de 2007

Primero el fin y luego el principio

Dentro de poco, esta máscara ya no será necesaria. Aarhus, Dinamarca. Septiembre, 2007 Es extraño, pero muchos me entenderéis cuando digo que, a menudo, es necesario que llegue el fin para dar paso al principio. Tiene que acabar algo para que pueda empezar un tiempo diferente.
En estos días me encuentro en esa situación, porque me ha sido imprescindible dar por finalizada una fase de mi vida -aunque eso haya implicado ir 100% a contracorriente, tomar la decisión opuesta a la que hubiera tomado la mayoría de gente cabal-, para volver a respirar. Concluye una fase para que pueda empezar otra, que espero que me traiga muchas vivencias, si bien ya sé que mucho dinero no traerá. Pero eso me importa más bien poco.
Así que, a tres días para el despegue, se despide de todos la también conocida como Princesa Nuclear.
Adiós a todos mis compis de estos dos años y medio, gracias por tantas cosas y nos vemos otro día.

26 de noviembre de 2007

Profesora de jugar

Quibdó, Colombia. Septiembre, 2006
Los niños son lo mejor, eso lo sabía. Pero siempre hay un nuevo acontecimiento que me lo viene a recordar.
Esta vez fueron los hijos pequeños de las mujeres gitanas estudiantes que se reunieron el sábado en el barrio de Sant Roc, en Badalona. Yo vigilé a sus niños mientras ellas trabajaban durante su encuentro. Y os aseguro que disfruté tanto o más que los propios niños. Hasta el punto de que una de las niñas me preguntó cuál era la razón por la que yo no paraba de saltar y correr. Simplemente le dije que era lo que me apetecía hacer, después de estar todo el día sentada tras un ordenador. Parecí convencerla y tal cual se lo contó después a su mamá.
Me pienso cuando era niña y hubo un tiempo en que, sin duda, fui feliz. Esos días en los que llegaba a la playa y hablaba con las olas, o cuando mezclaba el barro con el agua en un plato de aluminio de tamaño minúsculo y jugaba a cocinitas con mi hermana, en la casa de fuera de Barcelona. Y esos veranos en los que nos bañábamos con mi abuelo en la balsa de al lado del huerto. No había caído en la cuenta hasta ahora mismo, pero todos los momentos de felicidad plena infantil coinciden con el verano, las vacaciones y el aire libre. Curioso, porque yo era de las bicho raro a las que les gustaba ir al colegio. Pero claro, ante correr por el campo, bañarse en el mar y diversiones así, un colegio nunca puede competir a los ojos de un niño.
El caso es que -volviendo al encuentro de gitanas del sábado-, otra de las niñas (una auténtica terremoto), al despedirse de mí, me presentó a su mamá y le dijo: "Mira, ella es mi profesora de... de...", y como no sabía de qué era su profe, la ayudé acabando la frase: "Su profesora de jugar".
Creo que pondré esta nueva línea en mi curriculum vitae. Casi es la que más me convence.

20 de noviembre de 2007

L'Alternativa proyecta "Unos zapatos para Cassinda"

Mañana miércoles 21 de noviembre, entre las 19h y las 20.30h en el Hall del CCCB y en el marco del festival l'Alternativa -y gratis, como no podría ser de otra manera, que por eso es una invitación-, pondrán el corto documental en el que hemos estado trabajando Ana y yo en los últimos tiempos: "Unos zapatos para Cassinda".
Por supuesto, no hubiera sido posible sin la ayuda de otras personas tan valiosas como Juan Carlos, Lucy y la gente de la casa de Gran Vía, que medio nos adoptaron por un tiempo, durante la edición definitiva.
Cassinda es una niña angoleña víctima de minas antipersona que estuvo en Barcelona unos meses y que nos hizo el regalo de poder conocerla. Aunque sea sólo para ella y para niños en su situación, este trabajo ha valido la pena.
Esta experiencia es fruto del curso de documental social que seguimos en el Servei Civil Internacional, donde trabajamos los preliminares de este proyecto junto a Miquel y Bea, con la asesoría de Albert.
Es un docu cortito y modesto, pero sincero. Y lo dicho, estáis invitados a verlo MAÑANA MIÉRCOLES 21 DE NOVIEMBRE, ENTRE LAS 19H Y LAS 20.30H, EN EL CCCB.

17 de noviembre de 2007

Un futuro que nunca va a existir. Pero quiero existir

Tageles. Berlín, agosto 2007 "Yo, hasta hace poco, he estado pendiente de un futuro que nunca va a existir. Y yo lo que quiero es existir". Así hablaba Jose, que protagoniza el documental "El taxista ful", que acabo de ver hace nada en el canal 33. Jose -que a los cincuentaytantos años se quedó en paro- robaba taxis para ganar algo de dinero como taxista 'ocasional'; luego los devolvía intactos y dejaba parte de sus ganacias para su auténtico propietario.

Tras toda una vida matándose a trabajar para poder tener una vida 'normal', al quedarse en paro Jose pierde a su familia y descubre el sinsentido de cómo está planteada la existencia de la mayoría de las personas, que dedican gran parte de su vida a trabajar para, algún día, tener dinero suficiente para poder vivir mejor. Lo malo es que mientras anhelan llegar a esa vida soñada, están gastando su vida real.

Si lo pienso un poquito, la verdad es que sólo he tardado un segundo, ésa es la razón por la que voy a dejar la oficina en la que me estoy consumiendo. Porque en algún momento que otro, y a poder ser más temprano que tarde, todos deberíamos poder permitirnos el 'lujo' de dedicar algo de nuestra vida a vivirla intensamente. Es un derecho que no se enseña en la escuela y que tampoco aparece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero es el derecho a vivir estando satisfechos con la propia vida y, lamentablemente, la precariedad aleja a la inmensa mayoría de la población mundial de ese derecho.

Por eso, repito una y otra vez que odio el dinero y todo lo que implica. Y al conocer la filosofía del colectivo Dinero Gratis -que aparece en ese documental-, por fin he encontrado a alguien que comprenda ese deseo -que he manifestado muchas veces a gente diferente que acababa por mirarme como a una débil mental-, sobre la utopía maravillosa que sería que el dinero no existiera. Sé que es algo ilusorio y nunca se llegará a producir esa situación extasiante. Pero, pensadlo de forma inocente sólo un momento y decidme si no sería fantástica la vida sin que el dinero nunca se hubiera inventado. ¿A que sí?

11 de noviembre de 2007

Que te besen

Un corazón en medio del dolor del Muro de Berlín. Agosto, 2007 "Que la felicidad los atropelle
Que de sus vidas sean las reinas y los reyes
Que los días los besen
Que la dicha se abalance sobre ustedes.

Que el tronar de una cascada
Te acompañe en la mañana
Que una mariposa guarde
Aleteos para tus tardes
Que el trino de los pajaritos
Haga que en las noches sueñes superbonito.

Y que los días te besen
Una y mil veces que vayan y regresen
Días grises, días verdes, días con árboles
Días de exhostos y reveses.

Y que te besen
Una y mil veces que vayan y regresen
Enfoca, cae en la nota, vence la derrota
Prende velas en la oscuridad.

Y que te besen
Una y mil veces que vayan y regresen
Ojo con los precipicios
No vayas a caer en el abismo.

Y que te besen
Una y mil veces que vayan y regresen
Días grises, días verdes…

Y que te besen
Una y mil veces".

Gracias,
Aterciopelados.

Sitio oficial y mágico de Aterciopelados

7 de noviembre de 2007

Huequitos

Como la pequeña Alicia. Bogotá, febrero 2006No sabes cómo es, no lo ves, pero sientes su dolor fuerte, fuerte, fuerte. El vacío duele.

De pronto se convierte en un gigante negro que lo devora todo, que te asfixia y que te transforma en esa pequeña Alicia que se ahoga en sus propias lágrimas de cuando fue alguien enorme.

Entonces bajas la cabeza, miras tu pecho y lo ves plagado de pequeños huequitos, agujeritos que se van uniendo entre sí hasta lograr un gran vacío que no sabes cómo rellenar.

Verle las orejas al lobo

Silueta en negro. Aldealseñor, mayo 2006
Sobresalen a penas un poquito, por encima de las dudas, de las ilusiones antiguas y desdibujadas. Desde hace un tiempo le estoy viendo las orejas al lobo y me siento como una niña pequeña, a quien el miedo paraliza. No sé qué hacer, no sé qué estrategia inventar para dar caza a ese lobo feroz que cada vez se cierne más monstruosamente sobre mí.

Y sigo pensando y pensado, en correr y correr para dejarlo bien atrás y encontrar un escondite seguro en el que refugiarme de él. Pero nunca acabo de empezar a correr, nunca mis planes se convierten en realidad. Y sólo puedo sentir cómo su figura me hace cada vez más sombra hasta que, un día, me desvanezca en la oscuridad.

El lobo, el miedo, casi ha consumido la energía que algún día tuve. Y parece como si ni los viejos amigos convertidos en ídolos por la memoria, ni esos queridos amigos que constantemente me acercan su hombro para que me apoye en él, lograran convencerme de que el lobo sólo existe en mi imaginación.

21 de octubre de 2007

¡Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy!

El Divino Niño. Bogotá, febrero 2006
Que Dios me conserve la vista y el oído por mucho tiempo, porque son -como para todo el mundo, pero lo digo como yo lo siento, como yo lo vivo- mi mayor y más preciada fuente de valiosa información no buscada intencionalmente.

Y es que cuando voy sola caminando, viajo en metro, bus, tren o avión, o estoy en la playa o en un café, casi dejo de existir físicamente y paso a ser sólo ojos y oídos que, flotando, recorren el espacio y cazan al vuelo lo que dice o hace la gente alrededor. Y la conciencia sobre mí desaparece, como cuando me siento en la oscura sala de un cine a ver una película.

Eso es, la vida para mí en muchas situaciones es como una película continua e interminable en la que yo no soy la protagonista, sino la espectadora. Aunque quizás una espectadora activa que, a modo de guionista y directora, elige a sus protagonistas.

Y lo cierto es que hay muchos de esos protagonistas casuales que son de premio Oscar, como por ejemplo el chico que el otro día, en la paya de la Barceloneta le decía a su amiga, mientras intentaban infructuosamente buscar algo de espacio libre en la arena: "A mí es que me gusta tener a la gente cerca, pero lejos". ¿Mola o no mola el testimonio? Simplemente me fascina.

Por no hablar de temas más fuertes, como la noche en que, de vuelta a casa por la calle Nou de la Rambla, una de las "mujeres de vida alegre" les decía ¡con orgullo! a sus compañeras justo cuando yo pasaba por allí: "¡Mi coño vale 10 euros! Así que el que quiera probarlo, ya lo sabe". Me quedé helada. Aún vuelvo a estarlo cuando pienso en ello, porque si ése le parece un buen precio al que cotizar un rato de sexo con ella, creo que en verdad lo que le está suponiendo al final es pagar un alto precio emocional. Y la sociedad, todos, somos culpables de ello.

Por eso le pido a todas las deidades de todas la religiones que, por favor, me conserven la vista y el oído, porque si la miramos y la escuchamos bien, la vida nos depara muchas sorpresas.
Ahora sólo falta vivirla a fondo.

3 de octubre de 2007

El arte y la cultura a veces son la única esperanza

Cuando todo parece derrumbarse, cuando los desastres y las miserias humanas no hacen más que asaltarnos a cada minuto desde los medios de comunicación, desde "tu pantalla casi enemiga", el arte y la cultura son los únicos capaces de devolvernos la esperanza en las personas y en el futuro.
¡Que viva la música! ¡La pintura, la fotografía, la escultura, la literatura, el cine! ¡Y que viva la cultura! Porque la belleza existe a pesar de lo que tantos incultos, ignorantes asesinos quieran hacernos creer.
Porque las múltiples manifestaciones artísticas de la belleza son las piezas que conforman el engranaje que mueve el mundo. Y los artistas, cada persona en la medida que lleva a un ser que quiere expresar su forma de sentir, son los que hacen girar la manivela que hace rotar al planeta.
El arte y la cultura motivan el encuentro entre las personas y su lenguaje va más allá de las fronteras.
Tres hurras por la cultura, por el arte. Por la belleza y el amor -en tanto que acto de creación y de expresión- que llevan consigo.

18 de septiembre de 2007

Para mostraros unas fotos

BarCIELOneta. Julio 2006. Una de las fotos de la expo Aquí va esta pequeña invitación por si os queréis pasar un día a ver las fotitos que he colgado en una expo: son 6. Podéis pasaros el día de la inauguración y nos saludamos un ratito o bien cualquier otro hasta el 12 de octubre. O ninguno pero me dáis apoyo moral. Y es que mi barrio es muy gracioso y la gente muy maja y convoca expos de gente que vive en el barrio y que pinta, hace fotos, esculturas o busca expresarse de alguna forma. Ya os digo que todo es muy amateur, pero acogedor.

“BARCELONETA RESIDENTS”, Sensacions i emocions
IV exposició d’artistes residents i amb vinculació especial amb el barri.


Pintura, escultura, fotografia, documental, performances... Els artistes residents al barri conviden a veure una mostra de la seva obra.
Del 20 de setembre al 11 d’octubre
CENTRE CÍVIC BARCELONETA
Inauguració 20 de setembre a les 19,30h. acció de Maribel Mixtribus
Conrería 1-9 // tel. (93)256.33.20 // fax. (93)256.33.22) // Bus 10, 17, 36, 39, 45, 57, 59, 64, 157 // Metro L4 Barceloneta

Artistes: Josep Orts, Albert Plaza, Hermann Orduña, Jordi Granada, ManelVerges, Chari Muñoz, Juanki-R, Daria Squiteri,Sergi Rabassa, OmayraRivera, Equipo Falso, Ester Gil, Cent,Txalo Toloza, Mercè Prats, EduardHomedes, Carme Llevadot, Jaume Font, Imagina, Maria Vital, PatxiFernandez, Jose Antonio Rodríguez, Irene Alegre, Andrea Lo Vetere,Israel Blanco, Pau Sanchez, Andreu Bou, Judith Belmonte, Angel Aparicio,Sergi Rabasa.

14 de septiembre de 2007

La ONU aprueba la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas

Hombres nukak-makú de Colombia. Foto propiedad de Survival Int.Era lo justo y la mayoría de los miembros de la Asemblea General de la Naciones Unidas votaron ayer a favor de la Declaración por el reconocimiento de los Derechos de los pueblos indígenas. Francamente, una muy buena noticia que puede contribuir a la mejora de las condiciones de vida de millones de personas en todo el mundo. Y, ante todo, servirá para defender unas culturas y modos de vida que, de otro modo, correrían cada vez un mayor riesgo de desaparecer.

Más info:
Sobre los pueblos indígenas en el sitio oficial de Naciones Unidas
N0ticia en
Survival International

7 de septiembre de 2007

Bailar la vida en cuatro actos

Imagen con derechos de Thoomas Noone Dance cedida por la compañíaFour
Compañía Thomas Noone Dance
SAT! Sant Andreu Teatre

Festival de Barcelona Grec
25-27 julio 2007
****

Uno, dos, tres y cuatro. Cuatro piezas, cuatro estrellas, cuatro actos: “Tact”, “Tone”, “Husk” y “Slap”.
Uno, dos tres y cuatro. Cuatro emociones que se experimentan en una relación de pareja: fragilidad-vulnerabilidad, rutina, miedo-dependencia y agresión.
Uno, dos, tres y cuatro. Cuatro técnicas de danza: control, repetición, fuerza y gestualidad.
Uno, dos, tres y cuatro. Cuatro nombres que han hecho posible “Four”: Thomas Noone (y su compañía Thomas Noone Dance [TDN]), Núria Martínez, Sant Andreu Teatre (SAT!) y el Festival de Barcelona Grec 2007.
Uno, dos, tres y cuatro. Cuatro creadores de la música de cada fragmento: Felipe Pérez Santiago (“Tact”), Diego Dall’Osto (“Tone”), Joan Chic (“Husk”) y Pedro Navarrete (“Slap”).

Cuatro, tres, dos, uno. La platea está a oscuras y dos bailarines llenan la escena de elegancia y suavidad; de dolor, rencor y desesperación.
Uno, dos, tres y cuatro. El compás con las manos.
Uno, dos, tres y cuatro. Sensaciones marcando el tiempo, en sincronía con la pareja que danza.
Uno: caricias, el placer de la piel del otro, la angustia de su ausencia.
Dos: un mimo, tic-tac, el paso inexorable del tiempo.
Tres: blanco y negro, un violín, un abrazo asfixiante.
Cuatro: notas de un piano, el hombre es mujer, la mujer actúa como un hombre brutal.

Uno, dos, tres y cuatro. Danza, ritmo, música, expresión.
Uno, dos, tres y cuatro. Four. Bailar es cosa de dos. Vivir es bailar. El espectáculo de TND deja danzando esa idea en el aire.

http://www.thomasnoonedance.com/wcast/03proyecto/four.htm

30 de agosto de 2007

Por la memoria y la justicia en el Día Internacional de los Desaparecidos

Miles de niños y adultos desparecen forzadamente cada año
No sabía que existiera un día dedicado a los desaparecidos, obviamente contra su voluntad. Esta mañana me he enterado de que precisamente hoy, 30 de agosto, es ese día: las Naciones Unidas lo han proclamado Día Internacional de los Desaparecidos.

Por supuesto, habrá quien argumente que hoy se recuerda a los desaparecidos y que mañana se recordará, con la misma ligereza -eso depende de quién lo recuerde, claro está- por ejemplo, a los enamorados. No caben comparaciones y creo que no es necesario justificar la necesidad de que existan estos días, marcados en el calendario internacional de los Estados, que nos devuelvan la conciencia de la precaria situación vital y de atentado contra la libertad y los derechos de millones de ciudadanos del mundo.

Lo triste del asunto es que sea imprescindible la existencia de un día en el que se conmemore a esas personas que han sido privadas de su libertad por la fuerza y por motivo de su etnia, sexo, ideas políticas, confesión, etc... Han sido separadas de sus seres queridos o, en los peores casos, asesinadas y todavía se desconoce su paradero. Que hoy conmemoremos una jornada como ésta revela mucho del estado de la cuestión y de la falsa democracia del mundo en que vivimos.
No hay que permitir que caigan en el olvido: ni ellos, ni su lucha, ni su causa. Y hay que seguir buscando descubrir la verdad de sus casos para que se haga justicia.


Más información:
-Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos
-Proyecto Desaparecidos
-"Epifanía de los desaparecidos", por Marcos Aguinis (La Nación)
-"Casi 18.000 personas continúan desaparecidas por las guerras de la antigua Yugoslavia, según Cruz Roja"
-Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Colombia)
-Colombia: Sindicalistas en riesgo, Informe de Amnistía Internacional

28 de agosto de 2007

Arena en los zapatos

Ver la vida pasar a través de un agujero, el 17 de agosto de 2007Esta mañana me he puesto unos zapatos que me llevé de vacaciones a Berlín hace quince días. Y sólo con ponérmelos me he sentido como Dorothy en "El mago de Oz", porque me han transportado en el tiempo y en el espacio. Todavía quedaba arena de la orilla del río Spree y, al enfundármelos, he notado ese tacto rasposo -¡pero tan veraniego y feliz!

Y desde esta mañana sigo caminando con arena en los zapatos, con todo lo que eso implica para mí. Vuelvo a caminar por Berlín, a sentarme al sol en la ribera del Spree, descansando tras recorrer los restos del Muro en East Side Gallery.

Y mientras vuelvo a caminar con arena en los zapatos, no puedo dejar de recordar lo duro que debió ser para la gente del Berlín Este vivir como adormecidos, viendo pasar la vida a través de un agujero.

21 de agosto de 2007

Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas

Quibdó, septiembre de 2006
Estando en Quibdó (en Colombia), hace un año, tuve una discusión con una antropóloga catalana sobre si los Derechos Humanos eran una imposición cultural occidental o no. Ella sostenía que sí y estaba en contra de los DDHH. Y yo asumía que también eran una creación de la cultura predominante occidental, pero que era el mejor recurso existente hasta la fecha para preservar la dignidad e identidad de muchos pueblos marginados, explotados o a punto de desaparecer.
No creo que los Derechos Humanos sean la panacea, ¡por supuesto que son mejorables! pero son la vía actual de la que disponemos para conservar mucha de la riqueza cultural del Planeta.

En fin, ahí está el debate.

Si queréis apoyar la petición de Amnistía Internacional, mediante la que insta a los estados a aprobar la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los pueblos indígenas, aquí está el enlace para más información.

20 de agosto de 2007

Contando, contando... México lindo y querido

Hace casi un año me puse un contador de visitas en mi blog, más por curiosidad que por un afán de saber a ciencia cierta el alud de lectores que tengo (que por supuesto no son tantos, más bien al contrario: se pueden contar con los dedos de una mano quienes se pasean a diario por este patio de mi casa).

El caso es que el contador que me puse ha implementado motores de búsqueda y localizadores de las visitas que me parecen fascinantes y que me permiten saber desde qué país se conecta un internauta, qué sistema operativo o qué navegador utiliza. Algunos de estos datos me sirven poquito, la verdad, pero otros me resultan tan curiosos como el descubrir que desde hace un tiempo recibo bastantes visitas desde México. Y digo curiosos porque mi blog no se centra en temáticas mexicanas, ni recuerdo haber explicado anécdotas que me hayan ocurrido en México o con alguno de mis amigos mexicanos.

Pero por algún motivo, ahí estáis cibernautas mexicanos haciendo ascender el número de lectores de este blog. Muchas gracias, la verdad. Porque ninguno de vosotros sois de esos sufridos amigos o conocidos a los que les envío la dirección para que lean mi más reciente post. O de la sección colombiana, que más o menos veo los cauces por los que pueden llegar.
Ni de la chilena, que también localizo las vías de acceso. Y eso sin hablar de las visitas de Barcelona, Pamplona o Madrid, que también. Gracias a todos ellos también.

Pero hoy toca un agradecimiento especial a los lectores espontáneos. ¡Qué viva México! (y aquí hay que ponerle el acento y entonación mexicanos tan característicos para comprender el alcance e intención de esta expresión).

9 de agosto de 2007

9 de agosto - Día internacional de los pueblos indígenas

Poster de la campaña de la ONG Survival Hoy no seré yo quien hable, sino que quiero que este espacio sirva para dar voz a aquellos a quienes normalmente se silencia.

Puedes mostrar tu solidaridad con estos pueblos indígenas acosados por el sistema económico, político y cultural occidental -que sólo en América Latina representan un 10% de la población total-, participando activamente en varias campañas de diferentes ONG.
http://www.survival.es/news.php?id=2616

Y conoce algo más de su preocupante situación en este artículo de El País: Una población olvidada

1 de agosto de 2007

La flor más delicada para mi amiga

Hoy quiero ser yo quien regale una flor. Es para una amiga que mañana debe pasar una dura prueba, que sin duda superará como ha ido superando siempre todos los obstáculos que se le han cruzado en el camino. Y la verdad es que los ha tenido bien difíciles y dolorosos.

Ella es una mujer fuerte, con personalidad arrolladora, carismática, es una líder. Como dirían otros de mis amigos, ella es muy, muy querida. Y es mi amiga de toda la vida, la conozco desde que tenía 4 años y de eso hace tres décadas.

Sé fuerte otro día más, otro poquito más, que a partir de mañana todo empieza otra vez. Un beso enorme, un abrazo infinito, la flor más delicada es para ti. Estamos contigo, te queremos, no te preocupes por nada. Nos vemos pasado mañana.

31 de julio de 2007

Flor de noche

Una flor muestra otra flor. Esta niña de Quibdó iluminaba con su mirada. Sept. 2006
Dicen que si, de repente, un desconocido te regala flores "eso es impulso". Dicen, dicen... al menos eso decía el eslogan de un anuncio en televisión cuando yo era una niña.

Nunca un desconocido me había regalado flores, así que creía que yo no tenía impulso. Sin embargo, desconocidos elegantes y nocturnos sí me habían regalado, por ejemplo, enigmáticos poemas en notas secretas entregadas sin previo aviso y sin más noticias. O preciosas palabras llenas también de poesía llegada de otras épocas. O una sonrisa, una mirada cómplice o un gesto arrebatado. Alguna canción, besos al aire, aunque también llegó un beso fugaz de un joven alocado y pasional.

También tuve un espontáneo acompañante que, subido en su bicicleta, me escoltó un ratito en mi paseo, en mi regreso nocturno a casa. Recuerdo que, al poco de despedirme de él, me asaltó una enamorada proponiéndome probar las delicias del placer femenino. Muy cortesmente le dije que, ya llegaba a mi casa y que ya iba siendo demasiado tarde para esas pruebas.

Pero no, nunca un desconocido me había regalado flores. Nunca hasta hoy. Hasta hace un momento, cuando alegre, el joven vendedor magrebí me la ha dado. Una rosa roja, para ser más exactos. Y yo le he dado las gracias y un beso en la mejilla.

Así que ya puedo decir que tengo impulso. Menos mal, ya sólo me queda plantar un árbol -tengo muchas plantas pero árbol, árbol, no he plantado todavía ninguno-, escribir un libro -sólo frecuento pequeños textos como éste, pero todo llegará, no sé-, y tener un niño. Sobre esto último, veremos. Hay muchos niños solos que necesitan cariño así que, quizás nunca tenga uno propio y me decida a dar cariño a aquellos que necesitan que alguien les regale una flor.

11 de julio de 2007

Woody ' Barceloneta' Allen

Unos pajaritos de descanso en la Barceloneta. Hice la foto en julio de 2006
Parezco una cascarrabias, la verdad. Pero es que no me ha hecho del todo gracia que Mr. Woody Allen ruede parte de su última película en localizaciones de mi querida y adorada Barceloneta. Como siempre, es obvio que la historia tiene sus beneficios para el barrio, como que se da a conocer una zona que permaneció injustamente degradada y marginada. Mira qué divertido, dentro de poco mis amigos de allende los mares verán en cine en qué bonito lugar vivo.

En fin, al grano, que por qué narices no me gusta que todo un director como Allen se fije en un lugar con tanta magia, algo que por otra parte era irremediable, conociendo sus gustos bohemiosy exquisitos :). Pues simplemente porque ahora este rincón encantador y aún auténtico se verá tomado por una plaga de guiris (todavía más!!!!) buscadores del lugar que aparece en la peli tal de Woody Allen. Y de eso a que aparezcan de la noche a la mañana un McDonald's y un Hard Rock Café... queda nada. ¡¡Socorro!!

Ya sé que el equilibrio es difícil de encontrar -me lo dirán a mí, que sigo buscándolo incansablemente-, pero sólo pido que nos dejen a los habitantes de esta ciudad descansar un poco de tanta visita turística masiva, con sus consecuentes aumentos incesantes del nivel de vida, aunque no de los sueldos. Pelín agotador, si te soy sincera.

Paseante no hay paseo, se hace paseo al pasear

Bonita costumbre la que parece aflorar entre la mayoría de los alcaldes de las grandes ciudades españolas. Y no me refiero a la de demoler los históricos emplazamientos de antiguas fábricas para acabar construyendo relucientes edificios nuevos de oficinas o superviviendas al alcance de muy pocos. Y no solamente se conforman con derribar esas legendarias fábricas sino que, dejan en la calle a un montón de quienes vivían allí y ofrecían un montón de actividades de acceso gratuito. No, a esa costumbre no me refiero, aunque también se haya convertido en algo habitual. Por no hablar de los múltiples rascacielos aparecidos como champiñones en primera línea de mar en el litoral de nuestro país. Costumbre también, desastrosa pero costumbre.

A lo que llamo bonita costumbre es al hecho de que a los alcaldes les están saliendo calles peatonales en los cascos urbanos más céntricos allí donde antes pasaban ejércitos de automóviles. Bueno, vale, sus pros ahí están, brillando al sol: menos contaminación acústica y de emisión de gases, la ciudad se hace más cercana, menos impersonal... vaya, propaganda electoral.
Y es que a mí no me gusta que me digan por dónde tengo que pasear y por dónde no, por dónde toca caminar porque ellos te marcan el camino. Ni qué edificios son dignos de ser admirados por batallones de turistas y cuáles merecen el olvido más indignante.

Yo admiro lo que me da la gana, oiga usted. Y si un día se me antoja que el ladrillo mohoso de una casa en ruinas, situada en una calle oscura en el considerado barrio de mala muerte de turno me gusta, pues lo admiro y sanseacabó. Y para más inri voy y le hago una foto. Y para colmo ¡la foto es artística que te cagas! Y el no va más, me la pongo de fondo de escritorio del ordenador de la ofi en señal de protesta contra las políticas especulativas y propagandísticas del ayuntamiento de turno. ¡Faltaría más!

Lo que la mayoría de estos ediles no saben, porque no son verdaderos paseantes ni caminantes -sólo son paseantes de figurar en la foto- es que se hace paseo al pasear, y me permito la libertad de adaptar al eminente Antonio Machado. Él sí sabía de qué hablaba.

1 de julio de 2007

Cassinda

Cassinda tiene aproximadamente 9 años y es de Luanda, Angola. Y digo aproximadamente porque esa es la edad que dice tener ella misma, a pesar de que no es un dato muy fiable pues su madre no está tan segura. Ya se sabe, la fecha exacta de nacimiento no importa tanto en todas partes.
El caso es que esta niña está desde hace varios meses en Barcelona pues ha sido operada de su pierna derecha y espera recuperarse para poder caminar mejor sobre ella y sobre la prótesis que le han colocado desde un poco más arriba de la rodilla izquierda. Cassinda es una de las miles de víctimas infantiles de las minas anti-personas, pero ella puede contarlo.

Conocí a esta personita, que hoy está repleta de ilusión, a través de María Ginés, que se ocupa de los afectados por minas anti-persona en una parte de Colombia. Y ella nos ha servido a Anita, Miquel, Bea y a mí -que formamos el equipo que prepara el documental sobre la niña- de guía para adentrarnos en el conocimiento del horror de las consecuencias de este tipo de bombas. Conocer a Cassinda y a su familia de acogida ha sido un verdadero regalo: son personas sencillas, sin excesivos recursos económicos pero con amor y cariño a raudales. Ellos le han devuelto a Cassinda la esperanza en su propio futuro.

19 de junio de 2007

Hablando entre chicas

Ésta es una historia más que presencié en el metro. Por si alguno no ha reparado en el alto potencial sociológico y antropológico que aporta el tren subterráneo, aquí va otra delicatessen recogida al vuelo a penas hace unos días.

Tres chicas, menos de 17 años segurísimo, yo diría que no pasaban de los 15. Ellas y yo compartíamos uno de esos grupos de asientos de cuatro, situados dos frente a dos. Yo acababa de sentarme para un breve recorrido de tres paradas. Pero enseguida me di cuenta que iba a ser intenso y nada despreciable para una vista y un oído despiertos y curiosos -que no chismosos- como los míos.

Ellas eran las típicas adolescentes presumidas, joviales y despreocupadas, efervescentes. Hablaban animadamente en ese tono de voz tan típico de la pubertad: como a oleadas, risa va, gritito viene, sorpresa permanente, no importa el lugar. Y nada más acomodarme en mi asiento, integrándome discretamente en su pequeño círculo, era inevitable que escuchara su conversación, que ante todo eran confesiones, confidencias, una tras otra.

Hablaban de sexo, más concretamente de su primera vez. El adormecimiento que me ataca nada más entrar en un vagón de metro se esfumó y pasé a conocer sus respectivas primeras veces. Sinceramente me abrumó su naturalidad, el modo en como explicaban sin complejos ni reparos cómo se habían sentido en su pérdida de la virginidad. Me divirtió cómo una de las chicas confesó haberse aburrido, sin sentir mayor cosa, quizás porque "estaba borracha", dijo.

Pero sobre todo me emocionó el romanticismo de las tres, a pesar de lo paradógico del asunto, pues ya digo que no superaban los 16 -tirando alto- y ya no eran vírgenes. En mis tiempos (y ahora parezco la abuelita de la película), y en mi entorno lo raro era eso, que una quinceañera ya hubiera cruzado la línea del sexo hasta el final. Más increíble aún era admitirlo y todavía más difícil, hacerlo en público y a grito 'pelao'.
Por eso digo que me encantó su visión romántica del tema, porque ellas querían que esa primera vez fuera especial, con alguien al que quisieran y tal. Vamos, cuento de hadas picantón. Pues mola.

Total, que empezando en el sexo a los 15 pero con la conciencia que exhibían -sí hombre, lo de "póntelo, pónselo"- les queda mucho tiempo para descubrir y mucho por disfrutar. ¡Salud!

31 de mayo de 2007

Ellos son lo más valioso que tengo

A veces me doy cuenta de que estoy tan encerrada en mis propios pensamientos e incertidumbres existenciales que no me entero. Que no, que no me entero de que lo verdaderamente valioso e importante de mi vida son mi familia más cercana, mis amigos y todo lo vivido.
Pero afortunadamente, otras veces me sobrevienen breves momentos de lucidez y soy consciente de todo eso: de lo que quiero a todas esas personas, de lo imprescindibles que son, principalmente porque son lo único que vale la pena. Estén cerca, a 20 ó 9.000 kilómetros. Hable con ellos cinco veces al día, una o ninguna. Les vea cada día, cada semana o una vez al año. O quizás no les vuelva a ver nunca. De algunos de esos amigos nunca más supe pero siguen siendo importantes para mí porque alguna vez fueron lo más importante.
Si lo pensamos bien, cada uno es el producto de todas esas interacciones, el resultado de haber vivido un montón de experiencias inolvidables, maravillosas aunque no siempre gratas.
En fin, este post lo escribo tras uno de esos instantes brillantes en los que, mientras caminaba, se hizo la luz en mi mente y en mi corazón. Y les di a todas esas personas el aunténtico valor que tienen y se merecen.
A muchos os veo a menudo. Otros muchos de vosotros, donde quiera que estéis, seguís de algún modo conmigo. Esto sólo es un gracias a todos por estar ahí.

29 de mayo de 2007

Se acabó, ya les han echado

No sé qué decir, sólo que era la crónica de un desalojo anunciado y esta madrugada se produjo. Varios furgones de los Mossos d'Esquadra llegaron y obligaron a abandonar el edificio okupa Miles de Viviendas a sus moradores, que salieron pacíficamente.

En las siguientes noticias hay más detalles:
El País: "Tres 'mosos' y un 'okupa' heridos en el desalojo de un edificio"
Europa Press: "Los Mossos d'Esquadra desalojan el centro 'okupa' Miles de Viviendas de Barcelona ante la oposición vecinal"
Sitio web de Miles de Viviendas

Repito que no sé qué decir, únicamente lo obvio: que el desalojo se ha producido sólo un día después de las elecciones municipales. Y con eso queda dicho casi todo.
Dentro de unas horas es muy posible que el edificio que fuera un amable lugar de encuentro para todo el que por allí pasaba ya no esté en pie, pasto de las apisonadoras. Ahora mismo, cuando son las 10:30 de la noche allí siguen efectivos policiales parapetados en la ya tapiada puerta de Miles de Viviendas, junto a sus respectivas furgonetas, custodiando tras una valla el acceso al edificio.
Os digo que es una imagen absolutamente desoladora: el que fuera un alegre hogar, con las puertas abiertas a todo el que lo necesitara, ahora se ha convertido en un edificio fantasma, al que le han dejado los ojos abiertos pero le han tapado la boca, con una mordaza que impide seguir gritando contra las desigualdades sociales y el afán especulativo por el que se rige nuestra sociedad, nuestra ciudad.

Veremos qué nos depara el "fantástico proyecto urbanístico" Port 2000, causa justificativa del desalojo y posterior derrumbe de una de las construcciones más emblemáticas de la Barceloneta.
Me atrevo a vaticinar que ningún beneficio social para el barrio y millonarios beneficios monetarios para constructoras y autoridades.

23 de mayo de 2007

Maldita montaña rusa

La bajada puede ser como caer por un precipicio del que no vemos el fondo
Hoy toca alegría, ilusión, ganas de emprender proyectos. Hoy es un buen día. Pero hace dos tocó todo lo contrario: desmotivación, no encontrarle sentido a nada, ni a la propia existencia. Yo lo llamo mi montaña rusa personal. No estoy segura, pero creo que casi todos estamos, desafortunadamente, subidos en esa maldita montañita que es totalmente agotadora.
Lo que pasa es que unos soportan el viaje mejor que otros. Ese subir lento y progresivo, fase a fase de la cadena de ascensión se disfruta de a poquito, gozando de las vistas, cada vez mejores. Aunque con la tensión de saber que tras la llegada a la cima -el clímax de la felicidad- nos espera sin remisión la bajada a los infiernos en 0,3 milésimas de segundo. Esa bajada que, de tan rápida, ni siquiera te da tiempo de reaccionar, de ver nada de lo que te rodea, ahogada por la presión del estomágo en la garganta.
Entonces, como siempre, llega la recta final, que es como la tranquilidad que sigue a la tormenta. Y vuelves a la realidad, verificas que continúas entera, aunque mareada y sin una noción exacta de cómo ni por qué has llegado hasta ahí. Asimilas más o menos por lo que has pasado y decides que te mereces un "subidón". Y te vuelves a montar.
Creo que la vida es así, o al menos para mí lo es. Lo difícil es prever cómo afrontar la bajada, prepararse para ella para apreciar al máximo los detalles y así poder disfrutar más de la subida.
Lo malo es que para saber eso, hay que haber dado unas cuantas vueltas en la montaña rusa. Y tener el valor de seguir subida en ella a pesar de que, a veces, uno ya está harto, cansado y se bajaría de la atracción.

15 de mayo de 2007

Ahora no me acuerdo de a qué venía esto

Tendrían que inventar una grabadora de memoria, que hiciera back ups inmediatos de lo que vamos pensando, para luego poder recurrir a ellos cuando no sabemos qué es aquello importante que teníamos que recordar sin falta. Porque yo me acuerdo de que me tenía que acordar de algo, lo malo es que no sé de qué. ¡Y eso me pone de los nervios!

Sobre todo porque cuando se me ocurre una idea buenísima buenísima, únicamente acabo recordando que se me ocurrió en algún momento de la mañana algo verdaderamente genial... que lamentablemente no puedo recordar.

Así que yo voto porque algún ingeniero informático-neuronal le dé forma a esta ocurrencia que he tenido ¡Por una vez me acuerdo de algo que tenía que recordar escribir! Total, que lanzo una llamada a los inventores, a los ingenieros y a los emprendedores del mundo tecnológico para que inventen esta maravilla que solucionaría mil problemas (si es que no está inventado ya y es un secreto de estado o algo así).

11 de mayo de 2007

Hablando solos

La vida moderna, es decir, la vida urbana moderna e impersonal, nos sume en la más horrible de las soledades, hasta tal punto que cada vez es más común ver a gente hablando sola por las calles.
Bueno, eso creía yo, hasta que me di cuenta (y de eso hace ya un tiempo largo, que soy un poco marciana, pero no tanto...) de que los que yo pensaba que hablaban solos a voz en grito por las calles, en realidad lo hacían con alguien real a través del manos libres del móvil. Pero, aunque ya sé que tienen un interlocutor al otro lado de los hilos de los auriculares y de las ondas telefónicas, no me acabo de hacer a la idea de esa imagen del ejecutivo agresivo (como decíamos hace unas décadas) hablando a pleno pulmón -con las manos en los bolsillos y mirando al infinito- como si le hablara a alguien que tiene delante.
Que no, que no me hago a la idea, que me parece un poco agresiva hacia el resto de los viandantes esa forma de proceder. Porque cuando uno habla con el móvil en mano, casi siempre procura bajar el volumen, para que todo el autobús no escuche su conversación. O, aunque se alce un poco la voz, la simple posición corporal ya le indica a todo el mundo que esa persona habla por teléfono.
De esta forma,"manos libres con auricular en la oreja y micro a media altura", no. Porque si, por ejemplo, ves a un tipo paseando y hablando solo, te desconcierta y por unos instantes crees que el hombre ha perdido la razón o que el estrés de la "yuppy life" le está matando y ya desvaría.
Pero, en cuanto le ves el cable colgando de la oreja, lo que te inspira es unas ganas terribles de decirle que deje de vociferar y de hacerse el gran businessman, que sus berridos generan contaminación acústica.

En fin, lo único que me alegra de estas situaciones es pensar que aunque la soledad y el aislamiento se ciernen sobre nosotros paradógica y peligrosamente en las grandes ciudades, aún no estamos tan mal como creía.

6 de mayo de 2007

Miles de Viviendas para siempre en la Barceloneta

Miles de viviendas, miles de ilusiones que pueden ser destruidosNo quiero que se vayan, no quiero que les echen del barrio. Son vecinos interesantes, pacíficos, que dan un toque de vida contestataria al barrio, que aportan una dosis de cuestionamiento sobre lo establecido. Y uno sabe que esa casa siempre está abierta si lo necesita, siempre hay alguna actividad cultural con verdadero trasfondo igualitario en curso.
Si echan a los moradores de Miles de Viviendas de ese edificio de la Barceloneta todos nos quedaremos un poco huérfanos, un poco a la deriva sin lo que ya es todo un icono de nuestro barrio, del ir y venir de la vida cotidiana de este rinconcito tan especial de la ciudad.
Es ya un tópico decir que, normalmente, los vecinos de este tipo de casas okupadas y autogestionadas para usos sociales y culturales están felices con los nuevos habitantes del lugar, porque no son problemáticos y han colaborado a cohesionar la vida del barrio. Y en el caso de Miles de Viviendas y la Barceloneta la historia se repite: los okupas de este edificio son personas sociables, inteligentes y nada conflictivas que han hecho florecer culturalmente lo que fuera un antiguo alojamiento de la Guardia Civil.
Si ellos se van, si les echan, como ya han intentado y están a punto de conseguir, una especie de agujero negro se cernirá sobre la construcción más antigua de la Barceloneta que hoy es un lugar muy especial.

28 de abril de 2007

Mis vecinas las gaviotas

Cuando giro la esquina, llegando a casa, las gaviotas me dan la bienvenida a la entrada de mi calle con sus risas, que resuenan en el silencio de la noche. Ahora ríe una, la segunda le responde con otra carcajada y la tercera les replica, medio en serio medio en broma, que quien manda es ella.
Yo las veo sobrevolar el cielo del centro de mi calle y, de vez en cuando, pasar a toda velocidad en vuelo rasante a la altura de los balcones y las azoteas más altas.
Sé que las gaviotas no tienen fama de ser precisamente los animales más simpáticos del mundo, pero se puede llegar a confiar en mis tres vecinas, te lo aseguro. Al despertar, con los primeros rayos de sol que iluminan mi balcón, ya puedo sentir que las gaviotas llevan mucha mañana a cuestas. Han recorrido una y mil veces los tejados del barrio, se han paseado por las casas de cerca del parque y ya han ido a desayunar a la playa.
Son las reinas de la orilla del mar en esa hora en la que los niños ni siquiera han plantado sus cubos, palas y rastrillos en la arena. Luego, con el comienzo de la actividad en el mercado, toman posiciones a ambos flancos de la plaza, y se aseguran de que el resto del día no pasarán hambre.
Con el calor de la tarde, mis vecinas las tres gaviotas descansan en lo alto del edificio de enfrente y su conversación más relajada mece mi sueño, al sol.
Cada vez que las oigo pienso que un día les explicaré quién soy, dónde vivo y por qué parezco ser la única que las escucha. Aunque no las entienda.

13 de abril de 2007

Escribir para ordenar las propias ideas

Tan improvisado y espontáneo como esta fotoA veces no sé muy bien de qué hablar, qué contar o de qué escribir en estos post, pero lo que sí sé es que me apetece escribir, hablar o contar algo. Se trata de momentos como ahora mismo, en que hago click sobre el botón de "New post" sin saber a ciencia cierta qué voy a teclear luego en la caja de texto.
Pero tecleo, sí, casi por inercia, como hacían algunos poetas surrealistas con sus piezas de escritura automática -salvando las distancias ¡por supuesto! Porque no pretendo compararme, ¡ni muchísimo menos!, con ninguno de esos genios.
En fin, que mis manos escriben y escriben y mi mente se queda a penas en blanco para dictar frases inconscientemente.
A ver, que no es un proceso de posesión escritora-artística en la que un rayo de inspiración me atraviesa la mente y me ilumina. Es algo así más relajado, un momento en el que te dejas llevar y escribes un poco a la misma velocidad a la que estás pensando y, por lo tanto, escribes eso que estás pensando tal cual.
Si luego decides revisarlo para darle un poco de lustre, pues bueno, a veces suprimes un párrafo que otro, cambias de orden palabras y frases y substituyes expresiones para suavizarlas -aunque mejor sería si se quedaran como al principio porque finalmente resultarían más frescas, más directas, más de verdad. Pero bueno, el censor interno que todos llevamos dentro está ahí mal que nos pese. Ya se irá yendo y callando con los años, seguro.
Y finalmente obtienes esto, un post, o cualquier otro escrito que realmente es un producto de tus obsesiones, refleja cuáles son tus preocupaciones o tus intereses del momento. O, simplemente, te sirve para que alguien que está no sabes dónde, al leerte piense que también se siente así y que tantas veces ha pensado lo mismo que quizás debería escribir sobre ello desde su punto de vista y compartirlo.

11 de abril de 2007

¡Aire!

Cuando El Cabrero canta fandangos de Huelva, a veces dice con esa gracia innata "¡Aire!", a lo que su fiel guitarrista Sousa responde con una improvisación que da vuelo definitivo a la canción. Me encanta y estos días su voz, su música y su aire han puesto banda sonora a una ruta por tierras gaditanas que me ha dejado como nueva.
Salir de las propias obsesiones y ventilar la mente con lugares, gentes, sabores, olores y acentos nuevos es lo mejor que a uno le pueda pasar, o por lo menos eso pienso yo y así lo siento. Es el encanto de los viajes y el poder regenerador que ejercen sobre el espíritu es tan importante para mí que, incluso, me parece como si mi mente, de repente, se expandiera físicamente nada más emprender la marcha. ¡Hasta creo que casi levito cuando salgo de viaje!
Por corto que sea o cercano el destino, salgo de las sombras para descubrir la luz.

3 de abril de 2007

Unas risas

La ironía es su armaHay escritores que son simplemente geniales. Y con David Sedaris no puedo parar de reír.
De acuerdo que cada vez me cuesta menos reirme en voz alta mientras leo en el metro (y pensarás: "qué pesada, ésta, con lo de leer en el metro". Pues sí, es lo más emocionante que me está sucediendo últimamente, y con eso queda dicho todo). De acuerdo que desde que rompí el hielo con "Sin noticias de Gurb", de Eduardo Mendoza, y me desternillaba en los ferrocatas de camino a la Autónoma, nada ha vuelto a ser igual: mis viajes en bus, metro, tren, avión o lo que se tercie son infinitamente más divertidos (siempre que esté leyendo algo divertido, obviamente), porque me río a carcajada limpia sin pudor alguno.
Es posible que todos mis compañeros anónimos de trayecto en transporte público piensen que estoy medio lela o que me importa un pito lo que ellos puedan pensar de mí por reírme sola. En este último caso tienen razón porque es así, me da igual si creen que estoy pa'llá o pa'cá. ¡Qué liberación!
Lo mejor es que, muchos otros de esos compañeros se estarán muriendo de la envidia de lo bien que me lo paso con mi querido libro (sí, sí, todavía es el mismo del post anterior: "Mi vida en Rose". ¿Qué quieres? Soy una lectora que se toma su tiempo con cada libro). Y otros de esos colegas de viaje de lo que se morirán es de intriga por saber qué es lo que provoca la risa. Pero nunca nadie me ha preguntado directamente: ahora que lo pienso, eso sería todavía más gracioso.
La verdad es que sienta de maravilla pegarse unas risas sin miedo al ridículo en medio de gente tan desconocida para mí como yo para ellos. Yo de ti lo probaba. A veces, hasta me duele la cara de tanto reírme.

28 de marzo de 2007

Ver una peli... en el metro

Un viaje en metro puede ser toda una aventuraVoy en metro. Y mientras leo el divertidísimo libro del neoyorquino David Sedaris, "Mi vida en Rose" (más que recomendado por su gran sentido del humor, pues ante todo se ríe de su vida y de sí mismo), el tipo que se sienta a mi lado, tiene en sus manos uno de esos cacharritos Playstation que sirven para jugar a mil historias.
El tipo es bastante voluminoso y me obliga a sentarme un poco apretada en mi restante porción de asiento. Sigo leyendo.
Estoy medio dormida todavía, porque voy rumbo a la oficina por la mañana, y al principio no acabo de darme cuenta de lo que sucede a mi derecha. Pasados más de 10 minutos, interrumpo brevemente mi lectura ante la incomodidad a la que me somete el tipo y le miro de reojo. Pero si ¡¡ESTÁ VIENDO UNA PELI!! ¡¡EN EL METRO!! Debo vivir en otro planeta porque todavía no había visto a nadie tan cinéfilo como para ver cine en el metro... (esto, obviamente es irónico porque el individuo en cuestión estaba abstraído por "El Rey Escorpión", y cada uno que saque sus conclusiones).
Sé que existen DVD players portátiles y múltiples variedades de reproductores audiovisuales a modo de walkman. Pero, la verdad, me parece que "disfrutar" del cine de ese modo es disfrutarlo bien poco. Más allá de la calidad de la peli que se esté viendo, of course.
En fin, que de repente, en el momento en que fui consciente y vi la situación desde fuera, me pareció que ya estábamos en otra era. Y aparecí yo vestida como de la Edad Media leyendo un libro y el tipo de "El Rey Escorpión" vestido de blanco a lo "2001. Una odisea del espacio".
Y entonces me dio una especie de ataque de melancolía y pensé que este mundo acababa de perder para mí un pizca más de romanticismo. Quizás no es así, pero creo que una película, por más dudosa que sea su calidad, no se puede asesinar viéndola en una pantalla de poco más de 2,5 pulgadas y en medio de interrupciones tales como las producidas por la megafonía tipo "Próxima parada: Sants-Estació". Y fragmentada en capítulos de 10 minutos (o lo que pueda durar un trayecto en metro), que echan por la borda todo el ritmo de la historia. El cine no se merece eso.
La segunda parte de mi ataque melancólico vino dada al pensar que sólo nos faltaba esto para acabarnos de alienar por completo del mundo y de las personas que nos rodean, aunque sea cuando viajamos en metro. Y es que uno de los mayores atractivos que le encuentro al hecho de ir en metro es precisamente ése, sumergirme en el enjambre de personas que componen la ciudad y observarlas, sintiendo que también yo soy observada en la misma medida.
Como cuando leo el periódico que lleva la persona de al lado y veo que eso le incomoda y me cierra un poco la página para no dejarme leer más. Me encanta ir en metro -a pesar de los apretujones-, disfrutando de la variedad de quienes pueblan el tren subterráneo. Muchos disfrutan como yo del propio viaje.

27 de marzo de 2007

O todo o nada... o las migajas... mejor unas buenas migas

Atácale al menú de vida que te parezca más rico, pero cuidadito con atragantarse casi antes de empezar
Cuando oigo que alguien dice "Yo me como la vida ¡a bocados!", a mí lo que me da el sujeto no es otra cosa sino miedo. Y eso que cuando alguien dice semejante frase se supone que se trata de un personaje lleno de vitalidad que no espera a que la vida le sorprenda sino que se lanza a buscar las propias sorpresas. Por eso se sobreentiende que es un ser digno de admiración por su vitalidad e iniciativa.
Repito, a mí un escalofrío me recorre la espalda y no puedo más que pensar en una especie de cavernícola dispuesto a desgarrar a dentelladas un botín que, tranquilamente, podría ir saboreando sin prisa pero sin pausa.
¡Que te vas a atragantar! ¡Que no ves ni lo que te comes! ¡A ver si te van a dar gato por liebre!
Mejor piénsate bien que menú vas a elegir y acábatelo enterito, porque creo que así la vida sabe mucho mejor.

22 de marzo de 2007

Frío

El olor a sal se enfría y las tumbonas se quedan solas, aparcadas, a un lado, en la arena
Cuando el olor a sal se enfría y las tumbonas se quedan solas, aparcadas, a un lado, en la arena, sabemos que el verano toca a su fin.
Empieza a hacer frío.
Atrás quedan las risas infantiles que esquivan la espuma de las olas del mar. Allá quedan el olor a bronceador y el sabroso aroma a pescadito frito. En la tarde de agosto quedan los ojos entrecerrados por los que se cuela un caliente rayo de sol.
Está refrescando.
Y llega el frío. Y el gris lo invade todo. Se apaga la luz.
Pero cuando el negro profundo se vuelve anaranjado otra vez, se huele la luz. Se huele la fresca calidez que traen las golondrinas y, tras ellas, las mariposas. Y de nuevo regresa el brillo de los días que te arraigan a la vida, días intensos, días suculentos, días exuberantes que rebosan energía.
A pesar del frío que se resiste a ser desterrado, hoy he empezado a oler de nuevo la llegada de esa vida.

21 de marzo de 2007

Sí, no, sí, no... no

Somos como meras sombras en la cadena de producción global...
Esto no va de amor. Ni de deshojar la margarita pensando en si me quiere o no me quiere o me deja de querer. Esto va de la vida real, de ser o no ser considerado apto. Pero ¿quién decide que uno es o no es válido? ¿Y en base a qué criterios? Y es que si nos paramos a pensarlo, ¿qué validez tienen esos criterios? ¿Y por qué alguien que ni siquiera hemos visto en nuestra vida tiene el poder de decidir sobre nuestro futuro? Demasiado complicado y mucho menos justo, pero, desgraciadamente, es una situación tan habitual como el levantarse por las mañananas.
Estamos en una sociedad que se mueve en términos de productividad por lo que, alguien que se encuentre en el periodo de su vida considerado como productivo y no produzca -es decir, que no tenga un trabajo socialmente aceptado como normal o respetable-, lo tiene muy mal. Tanto tienes tanto vales. Tanto ganas tanto vales. Menuda mierda.
Lamentablemente es así. Por eso, toda una generación de jóvenes mileuristas -"que se pueden sentir afortunados por trabajar", otro argumento de mierda- desde el princio navega sin rumbo fijo en el mundo y, lo que es mucho peor, empieza a naufragar en masa antes de zarpar. Toda una generación de Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados cae en las garras de la depresión por no encontrar sentido a su vidas. Pero la verdad es que en una sociedad concebida en función de semejantes parámetros deshumanizados es imposible encontrar sentido a otra existencia que no sea la de meros autómatas productores de dinero o bienes tangibles y cuantificables.
Tú vales, tú no vales, sí, no. Tú no. Entonces yo decido salirme de esa cadena de montaje.

19 de marzo de 2007

Los cumpleaños son raros

En el día de mi cumple me gusta sentirme anónima, como cuando uno viaja en el metro Pues eso, que los cumpleaños se me hacen cada vez más raros. Y la mayoría de veces uno celebra más por "aplastante petición popular" que por las propias ganas. Aunque lo mejor de todo es que una vez inmerso en la celebración, pues no se pasa tan mal, la verdad.
Debe ser cosa de la timidez, digo yo. Pero es que odio tener que poner cara de "sí, hoy es mi día y me lo voy a pasar mejor que nunca", si lo que tengo ganas de hacer es quedarme en casa mirando al infinito o comiendo patatas chips.
Ya sabemos lo que toca: sonrisa por aquí, besito en la mejilla por allí, un "qué bien estás para la edad que tienes, hija" al que respondo sinceramente agradecida, que sí que sí. Las cosas de la cortesía, que a mí me encanta hacer para los cumpleaños del resto del universo, pero no para el mío. Metería la cabeza debajo de la tierra como un avestruz.
Como digo, yo soy de las que hacen las fotos, no de las que gustan de salir en ellas: me muero de vergüenza y además acabo haciendo cualquier mueca fatal, a no ser que no me dé cuenta de que estoy siendo fotografiada.
En fin, que soy la mejor anfitriona de las fiestas de otros y un horror con las mías propias, por eso prefiero no celebrar mis cumpleaños cuando se supone que debo hacerlo y quizás, un mes después se me ocurra hacer algo menos formal.
Así que muchas felicidades a todos los que hoy celebran el día de su no-cumpleaños, como pienso hacer yo a partir de ahora.