27 de marzo de 2007

O todo o nada... o las migajas... mejor unas buenas migas

Atácale al menú de vida que te parezca más rico, pero cuidadito con atragantarse casi antes de empezar
Cuando oigo que alguien dice "Yo me como la vida ¡a bocados!", a mí lo que me da el sujeto no es otra cosa sino miedo. Y eso que cuando alguien dice semejante frase se supone que se trata de un personaje lleno de vitalidad que no espera a que la vida le sorprenda sino que se lanza a buscar las propias sorpresas. Por eso se sobreentiende que es un ser digno de admiración por su vitalidad e iniciativa.
Repito, a mí un escalofrío me recorre la espalda y no puedo más que pensar en una especie de cavernícola dispuesto a desgarrar a dentelladas un botín que, tranquilamente, podría ir saboreando sin prisa pero sin pausa.
¡Que te vas a atragantar! ¡Que no ves ni lo que te comes! ¡A ver si te van a dar gato por liebre!
Mejor piénsate bien que menú vas a elegir y acábatelo enterito, porque creo que así la vida sabe mucho mejor.

No hay comentarios: