13 de abril de 2007

Escribir para ordenar las propias ideas

Tan improvisado y espontáneo como esta fotoA veces no sé muy bien de qué hablar, qué contar o de qué escribir en estos post, pero lo que sí sé es que me apetece escribir, hablar o contar algo. Se trata de momentos como ahora mismo, en que hago click sobre el botón de "New post" sin saber a ciencia cierta qué voy a teclear luego en la caja de texto.
Pero tecleo, sí, casi por inercia, como hacían algunos poetas surrealistas con sus piezas de escritura automática -salvando las distancias ¡por supuesto! Porque no pretendo compararme, ¡ni muchísimo menos!, con ninguno de esos genios.
En fin, que mis manos escriben y escriben y mi mente se queda a penas en blanco para dictar frases inconscientemente.
A ver, que no es un proceso de posesión escritora-artística en la que un rayo de inspiración me atraviesa la mente y me ilumina. Es algo así más relajado, un momento en el que te dejas llevar y escribes un poco a la misma velocidad a la que estás pensando y, por lo tanto, escribes eso que estás pensando tal cual.
Si luego decides revisarlo para darle un poco de lustre, pues bueno, a veces suprimes un párrafo que otro, cambias de orden palabras y frases y substituyes expresiones para suavizarlas -aunque mejor sería si se quedaran como al principio porque finalmente resultarían más frescas, más directas, más de verdad. Pero bueno, el censor interno que todos llevamos dentro está ahí mal que nos pese. Ya se irá yendo y callando con los años, seguro.
Y finalmente obtienes esto, un post, o cualquier otro escrito que realmente es un producto de tus obsesiones, refleja cuáles son tus preocupaciones o tus intereses del momento. O, simplemente, te sirve para que alguien que está no sabes dónde, al leerte piense que también se siente así y que tantas veces ha pensado lo mismo que quizás debería escribir sobre ello desde su punto de vista y compartirlo.

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