
Hay más de tres razones para, por fin, haberlo intentado y para publicarlas ahora. Pero esas razones, en este caso me las guardo para mí y cada quien que apueste por las suyas.
Esta mano mía, tantas veces vista en circunstancias parecidas, ya forma parte de mi folklor personal. ¡Un saludo a lo hawaiano!... casi obligado.
3 comentarios:
Que te ha pasado?
Nada, sólo que entrenando a lo Toro Salvaje en mi casa, el gancho de derecha no me acabó de salir del todo como quería...
Accidente doméstico, le llaman. Y en mi caso es absolutamente verdad. En unos días me libero... ¡o eso espero!
y hay un dedo que se jode por solidario vaya desafortunado
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