22 de mayo de 2008

De paseo

Voy caminando hacia casa y llovizna lo justo para que pueda ir sin paraguas. Son las 11 de la mañana y es la hora de los paseos matinales de los jubilados. Camino en paralelo a uno de ellos, un señor canoso, que lleva un paraguas cerrado en la mano y un buen ritmo de paso. De pronto, alcanzo a oír cómo dice, con acento andaluz, y casi canturreando: "Voy de paseo...", y aquí hace una pequeña pausa, para concluir: "al otro mundo".
Y me quedo de una pieza pensando en la claridad de mente de ese señor y en la fortaleza emocional con la que afronta la muerte, un tema que aún sigue siendo tabú en nuestra sociedad, aún formando parte de la vida.

2 comentarios:

fritus dijo...

ufff....

Judith dijo...

Sí... eso mismo he pensado yo