J. G. Ballard se ha ido para no volver, pero nos quedan los inquietantes mundos que creó su mente avanzada a su tiempo, incluso al actual.
Después de ver la magnífica exposición que ofreció el CCCB inspirada en su obra el año pasado, me di cuenta de que mucha de la estética que me atrae -sin saberlo hasta entonces- es profundamente ballardiana. Y como humilde homenaje a este genio que acaba de fallecer, simplemente publico estas cuatro imágenes que me parece que respiran algo de su esencia, sobre mundos decadentes, áridos y sombríos.
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