Después de ver la magnífica exposición que ofreció el CCCB inspirada en su obra el año pasado, me di cuenta de que mucha de la estética que me atrae -sin saberlo hasta entonces- es profundamente ballardiana. Y como humilde homenaje a este genio que acaba de fallecer, simplemente publico estas cuatro imágenes que me parece que respiran algo de su esencia, sobre mundos decadentes, áridos y sombríos.


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