24 de abril de 2009

Rosa rosae

Volvía ya para casa tras una nueva jornada de Sant Jordi, en la que lamentablemente no había podido disfrutar del callejeo y vagabundeo entre paradas de venta de libros y rosas. Pero el día fue bastante literario, porque volví a comenzar un taller de escritura creativa, donde, dicho sea de paso, me reencontré con antiguas alumnas y con algún que otro nuevo reto. En fin, que ya era de noche y volvía a casa con las manos vacías. Vacías de libros recién comprados para la ocasión, pero con un montón de volúmenes de relatos y de didáctica de la escritura en el bolso.
Y vacías también de rosas recién regaladas. Pero no iba triste, todo lo contrario, porque ayer me reconcilié con esta fiesta tan catalana, tan literaria y tan poéticamente romántica.
En realidad, iba pensando, recordando, otra noche en la que un desconocido me había regalado una rosa porque sí: no era ni Sant Jordi ni ningún día especial, y él me la regaló. Y me gustó el detalle y pensé que ese día era tan especial como cualquier Sant Jordi, incluso más.

Pues sí, mientras iba recordando con una sonrisa exterior aquel momento, alguien me llamó: "Ps, ps. ¡Oye, chica!". Como es normal en mí, los extraños suelen abordarme y hablarme, por lo cual, suelo responder. Mientras seguía caminando, le dije:
-Hola.
-¿Cómo estás? ¿Y la rosa?
-No tengo, pero no importa -y seguí mi camino, sonriendo.
-Ven. Pues toma: he estado esperando a que pasaras tú para regalártela.

Mientras veo la rosa descansando en una botella en mi casa, pienso que aquel nuevo desconocido apareció para confirmarme que el de ayer fue uno de los días de Sant Jordi más bonitos que he pasado.

3 comentarios:

Gonzalo Visedo dijo...

bonita tradición... Si tuvieramos esa tradición en Madrizzz (o Madrit, como dicen por ahí), seguramiento hubieses oído un silbido hacia dentro llamándote y un "churri, cómo que no tienes rosa"

Unknown dijo...

Es que los madrileños sois lo más!!
Besos

Yago dijo...

Me imagino a Visedo gritando "churri" pero sin la rosa ;o)
Pero sí, gran tradición que no me importaría que copiáramos.
Petón.