30 de enero de 2009

Rincones especiales

Mi ciudad, Barcelona, más allá de las grandes imágenes que ofrece de monumentos y puntos turísticos, esconde mil y una pequeñas maravillas en rincones inverosímiles. Algunas de esas sorpresas en las que he detenido mi mirada son las siguientes:

Contra la especulación inmobiliaria, en el barrio de Vallcarca descubrí este dibujo y su mensaje: "Yo siempre vivía aquí, pero el ayuntamiento me ha echado. Y todo esto para que Núñez se llene los bolsillos".



En la calle Argenteria, en el Born, muchos habrán visto esta armería, con esos dibujos tan sesenteros de "los malos", objetivo para los disparos. Por no hablar del añadido de los adornos navideños "último modelo". ¡Muy kitch!


Si perdemos la llave de casa, ¡nos constará un poquitín alcanzarla, en lo alto de la cornisa, de la boca de este portero!



¡Alegría! Bailar mambo nos devolverá la sonrisa a juzgar por el mensaje de esta pared. ¡Ojalá todo fuera tan fácil!

25 de enero de 2009

Mi top10 de los últimos días

Este sendero de Tierradentro, Colombia, se parece mucho al que he caminado esta noche, en mis sueños, y al que se abre ante mí con miles de posibilidades. J.B.R. 2008
10 buenas noticias desde un punto de vista de lo más personal, que me conciernen. Ahí van:

1. Obama ya es presidente de los USA. Por sí sola, para muchos, esta noticia ya es una buena nueva. Pero lo que a mí me empieza a convencer es que ha hecho pública su decisión y, lo más importante, ha empezado a tomar las medidas necesarias para que se lleve a cabo el cierre del -me atrevo a llamarlo- campo de concentración ilegal de Guantánamo. Bien por él.

2. Estoy leyendo Algo que te concierne, de Juan José Millás. Simplemente maravilloso, genial, mordaz, sensible, ironía pura, pensamiento abstracto, surrealismo al servicio de la vida diaria, conexión eléctrica de neuronas a una velocidad superior a la habitual. Estoy fascinada con esta recopilación de muchas de sus columnas publicadas en el diario El País hasta 1995. Me la recomendó otro autor brillante -como escritor y como persona-, el colombiano Mario Mendoza, y ahora la recomiendo a todo aquel que quiera poner en acción el pensamiento crítico.

3. Terminé El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald. Una muy buena historia, fluida, buenas descripciones... en fin, qué voy a decir yo no que no se haya dicho ya de este clásico del siglo XX. No conseguí borrar de mi mente a Robert Redford y Mia Farrow como encarnaciones de algunos de sus protagonistas: estragos de la cultura audiovisual-cinematográfica que, en este caso, bienvenidos sean.
Otra de las buenas noticias referidas a esta novela es que, con ella, he iniciado una larga lista de lecturas de clásicos que tengo pendientes y, que si no logro leer, consideraré que sigo siendo una ignorante iletrada.

4. Creo que los vendavales de estos días han barrido un montón de malas y/o viejas ideas, historias, sentimientos, etc, y que han dado paso y han dejado espacio a nuevas visiones, concepciones del mundo, a pequeña y a gran escala, es decir, tanto en nuestras vidas particulares como en el discurrir del mundo. Y si no, no se me ocurre mejor ejemplo que la toma de posesión de Obama y la tregua en Gaza.

5. Tengo un ordenador nuevo, ¡por fin! y con él podré editar las imágenes que grabé en el Cauca hace casi un año (horror y pavor, ¡cómo pasa el tiempo!).

6. He hablado con amigos de los que hacía tiempo no sabía nada - aunque he dejado de hablar tanto con los que hablaba más a menudo. Todo tiene su cara B.

7. Estoy teniendo experiencias múltiples en entrevistas para trabajos de diversa índole, lo cual me resulta muy enriquecedor, dada mi natural inquietud. Veremos qué se materializa de todo ello.

8. He vuelto a escuchar muchos de los cds que hacía tiempo no oía, gracias a mis dos estupendas torres Ikea para organizarlos, que mi querida mamá me regaló en Navidad, y que monté con éxito a pesar de no encontrar las instrucciones que las acompañaban hasta tener lista la primera. Ahora los veo todos ahí, ordenaditos, y me muero de felicidad.

9. Últimamente estoy recordando, al despertar, muchos de mis sueños, lo cual me encanta porque me motiva para dormir feliz, como promesa de nuevas y sorprendentes historias vividas-soñadas. Sin ir más lejos, esta noche estuve viajando por la India, a lomos de un pequeño camello por senderos escarpados de una montaña, mientras me perseguía... eso no lo recuerdo.

10. Ayer volví a colaborar en la reunión de mujeres estudiantes gitanas, que organiza anualmente la asociación Drom Kotar Mestipen. Estuve en la ludoteca, jugando con los niños durante 7 horas y fue una inyección de energía, aunque a la vez fue agotador. Plastilina, un mural donde usar las témperas, plastidecores, piruetas en las espalderas del gimnasio, peleas y reconciliaciones, reparto de meriendas y despedidas. Me reafirmo, los niños son lo mejor y quiero estar en contacto con más criaturas que todavía están sin corromper para recuperar muchas ilusiones perdidas.

17 de enero de 2009

Y ya son 1.000

Las ideas no siempre fluyen con la misma facilidad. También tiene mucho que ver con el estado de ánimo, creo. El caso es que después de casi un mes de bombardeos israelíes indiscriminados sobre la población civil palestina, sobre objetivos de la ONU, sobre los medios de comunicación, después de que ya son más de 1.000 los muertos en Gaza... esta simple mortal, con peso específico nulo sobre el cese de hostilidades, se siente absolutamente impotente.
No sé qué más decir, no sé qué más escribir, que más desear para que termine la enajenación mental de los amos de Israel, una locura que está teniendo tan nefastas consecuencias.

El otro día recibí un mail con imágenes absolutamente espeluznantes de niños heridos en Gaza, de cadáveres infantiles, de madres y padres desesperados por la pérdida de sus hijos. Son fotos que, por su crudeza, no he visto publicadas en ningún medio de comunicación. Pero es que ¡¡¡GENTE INOCENTE ESTÁ MURIENDO, la están matando!!! Lo pienso y es un total sinsentido.

Trato de hacerme una composición mental de la situación y la traslado a mi territorio conocido. Y llego a la conclusión de que es como si, de repente, el Gobierno de otro país que no es el mío, cercara con un muro de hormigón mi ciudad. Y no me dejara salir. Y tampoco dejara entrar a mi familia que vive en otra zona. Y, por si no fuera poco, una vez nos tiene acorralados a todos los habitantes, ese gobierno que no es el mío, como cree que esta ciudad es suya por derecho divino, decide aniquilarnos con bombas a todos los ciudadanos acorralados. Y no nos deja huir, ni siquiera nos deja refugiarnos en otro país, abandonando nuestros hogares. Porque ha decidido exterminarnos para que no se nos ocurra volver, ni reclamar algun día nuestra casa.

Y ante todo esto, la comunidad internacional se quedara simplemente en estado de shock y permitiera que los bombardeos siguieran. Solamente algunos países -considerados revolucionarios y hasta folklóricos en el plano internacional-, como Venezuela y Bolivia, se han manifestado abiertamente en contra de los ataques del Gobierno de Israel a Gaza.
Pero yo me pregunto: ¿por qué no actúa la ONU, la OTAN, alguien!, contra Israel, como lo hicieron contra Serbia? Entonces, la OTAN bombardeó Belgrado y todo el mundo aplaudió, a pesar de que fue un acto contra la población civil. Nadie cuestionó entonces una actuación armada de la OTAN, porque Milosevic era un enemigo de Occidente.
¿Y no es ahora Olmert un enemigo de la paz? ¿Por qué no hay una presión internacional real para que paren los asesinatos de la población civil palestina? ¿Por qué tuvimos que ir a la guerra en Afganistán, guerra "santa" que amenazaba a Occidente, y ante esta masacre los Gobiernos "del mundo civilizado" no hacen nada? Casi preferiría ser miembro de una tribu indígena no contactada.

Desde luego, no quiero que la OTAN bombardee Jerusalén, ¡¡¡ni mucho menos!!! Ahora parece que la ONU pide en serio, en una resolución, el alto el fuego, casi un mes después del inicio de la guerra. De esto deduzco que es repugnante el diferente valor que se la da a la vida humana en función de cuál sea su lugar de origen, y que no importa si mueren unos cuantos. Precisamente eso atenta contra toda la filosofía cristiana. ¿Qué hay de aquél "ama a tu prójimo como a ti mismo"? Ni rastro.

Por supuesto, no pienso que los miebros de Hamás estén libres de culpa, ni hablar, pero es evidente el diferente grado de responsabilidades de unos y otros, el diferente despliegue de la fuerza y, por supuesto, el diferente número de muertos causados por Hamás y por Israel.

No sé si algo cambiará cuando Obama tome posesión el martes como presidente de los Estados Unidos. No soy muy optimista al respecto. Es más, creo que si el lunes cesan los bombardeos todo formará parte de una estrategia hábilmente tramada por Israel, en connivencia con el Gobierno de EEUU. Lanzar los ataques aprovechando la transición al nuevo gobierno de Obama y luego, con su llegada al cargo, claudicar.

Por mucho que me repugnen todas esas estratagemas, por favor, que no mueran más inocentes y que todo este horror se acabe de una vez.

5 de enero de 2009

50 niños palestinos

Copyright Judith Belmonte La zona más densamente poblada del planeta Tierra, a estas horas de la noche, debe distinguirse especialmente desde la estratosfera a causa de las detonaciones de las bombas israelíes. Gaza estalla desde hace nueve días en mil pedazos, noche tras noche, hora tras hora.
Y las lágrimas no cesan de rodar por las mejillas de los familiares de las ya 500 víctimas mortales.

Los oímos llorar, pero muy de lejos: "ellos están allí, en esa zona de conflicto que no es la nuestra y que nada tiene que ver con nosotros. Ésa no es nuestra guerra. Nosotros somo un país pacífico, somos gente normal". Es el canto de sirenas que nos conviene escuchar y el que nos interesa creer, para mantener nuestra tranquilidad.
El griterío de las cabalgatas y la euforia navideña amortigua ese llanto y no nos deja oír el dolor con claridad.

Hoy es Noche de Reyes y millones de niños de toda España y de muchas otras partes del mundo se irán a dormir felices y despertarán aún más emocionados, pues recibirán un montón de juguetes, de parte de Sus Majestades de Oriente.
Mientras, en Oriente Próximo, allí adonde llegaron precisamente los tres magos hace más de dos mil años, 50 niños palestinos nunca volverán a abrir los ojos porque les han matado las armas de una guerra injusta que tampoco era la suya.

Hace tiempo que no escribo la carta a los Reyes Magos, porque la ilusión va decayendo, a veces, con la edad. Pero este año me gustaría pedirme especialmente una cosa: que no mueran más niños ni inocentes por la incomprensión de los adultos.