35

Ahora he cambiado el 34 por el 35 y lo he hecho sin que nadie a mi alrededor lo supiera. Eso es algo que hacía tiempo que me apetecía, es decir, quería celebrar mi cumpleaños de forma que nadie lo supiera, viviendo un día entendido como especial para mí, pero haciéndolo de veras, sin los artificios convencionales.
Y lo cierto es que lo he conseguido: estuve como invitada en un curso de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural del Cauca, aprendiendo del proceso de recuperación de la indetidad propia de una gente que más especial y luchadora no puede ser. Yo también me sentí especial por tener el honor de ser admitida en su círculo, de hecho llevo sintiéndome honrada desde que llegué aquí por ese motivo.
Lo cierto es que para mí está siendo muy especial este cumpleaños porque soy especial para personas a las que casi no conozco por el mero hecho de ser, de interesarme por su proceso y por su lucha.
Pero desde aquí quiero mandaros un abrazo y un beso a todos los que, desde el otro lado del Océano, habéis recordado mi cumpleaños y me apoyáis y animáis todos los días. ¡Yo también os quiero y os echo de menos!