25 de abril de 2008

De jet lag y de registros

popayán, marzo 2008. Se abre una grieta en mi corazón
Llegué el domingo a casa, me vinieron a buscar al aeropuerto y por la noche... me dio fiebre. Y ya no salí a la calle hasta dos días después. Me dice Natàlia que seguramente es no quería enfrentarme a la dura realidad del regreso. Es posible. Pero tengo demasiadas cosas que hacer en poco tiempo como para que esa sensación me pueda afectar. Debe ser el Jet Lag, me dicen casi todos. Yo creo que me resfrié en el avión.

No sé, quizás sí que me encuentre todavía fuera de lugar. Aunque lo cierto es que en Colombia tampoco es que me sintiera "uno de los suyos". Mi altura (en el Cauca), mi color blancucho de piel (en el Cauca y en el Chocó) y mi aCento (con C castellana, no con S colombiana) (en Bogotá y en todas partes, vaya) me delataban. He entendido a todos esos inmigrantes que se sienten observados y juzgados constantemente por el solo hecho de tener un color de piel o una forma de hablar diferente. Es más, yo fui una "sin papeles" por cuatro días en Colombia!!!! De acuerdo, solamente me caducó el permiso de turista y no tuve problemas al renovarlo, previo pago de 63.000 pesos (21 euros aproximandamente). Pero alcancé a percibir el nerviosismo que se siente al pensar que te pueden pedir la documentación y no la tienes en regla. Y más en un país donde la seguridad y los controles del ejército son tan importantes como en Colombia. Sudor frío.
Y hasta el último momento, la esculcan a una por ser extranjera y viajar sola a Colombia. Entiendo que piensen que es algo raro (qué poca confianza en su país y sus posibilidades!!!) pero no comparto que crean que todos los extranjeros que viajan allí son "mulas". En el aeropuerto de Bogotá me registraron 3 veces las bolsas de mano y hasta me hicieron poner en la videocámara una de las cintas que había grabado y que el soldadito huevón de turno seleccionó al azar. Lo hizo cuando le dije que había estado como profesora de español con indígenas, que para los ignorantes del ejército equivale a decir guerrilleros de las FARC. La verdad es que tuve suerte y el tipo escogió una cinta "inocua" en la que no aparecía ningún lider del CRIC gritando la cantidad de compañeros muertos en 37 años víctimas de ejército, paramilitares y guerrilla. Que la tengo...
De todos modos, nunca se me ocurrió decir a las autoridades que era periodista, tampoco estoy tan loca!!

Tras esos registros, en Barcelona llegó el habitual tratamiento "especial" a los pasajeros procedentes de Colombia. Y nuevos registros por lo mismo, por ser una mujer que viajaba sola desde Bogotá. Igual a sospechosa de ser narcotraficante. Precioso.

Así que tras esta experiencia, entiendo a los colombianos que me preguntaban que si en Europa se les discriminaba y me decían que ellos no viajarían nunca fuera de su país poque no querían que les trataran como a perros. Porque es lamentable la imagen que de Colombia y de sus ciudadanos se vende en el mundo. En fin, qué bonito que es ese país y que linda que es su gente.
Y ya se sabe que en todas las canastas hay algunas manzanas podridas, pero ¿habrá que dejar de comer manzanas por eso y tirar toda la cosecha?
Uff, creo que todavía tengo fiebre pero todo esto no es un delirio. Bona nit.

No hay comentarios: