Hoy me vuelvo a casa. Y aunque sea un tópico, es cierto, odio las despedidas. Y durante este viaje he tenido que despedirme de demasiada gente porque he conocido a muchísimas personas increíbles. Pero les he dicho que nos vemos pronto. No sé cuándo, pero será.
Así que éste que se plantea como el fin de esta historia, de este a veces corto y a veces largo capricho que ha sido mi viaje en Colombia, puede ser también un principio. Yo prefiero mirarlo así.
He visto y descubierto tantas cosas que se me agolpan todas a la vez en la cabeza y es como si se me quedara la mente en blanco. O como si tuviera una película pasando a 50.000 revoluciones por minuto, en Fast Forward >>. Ahora sólo me falta darle al Pause e hilvanar todo lo vivido.
Y aunque la nostalgia asome en este post, también tengo ganas de llegar a casa y dar tantos abrazos como pueda.
Si lo pienso, algunos amigos dejaron de serlo tanto como creía que lo eran, pero a cambio, la vida me ha regalado más del doble, más de los que podía esperar. Por eso estoy infinitamente agradecida y sólo me queda decirles a ellos, que pronto estarán lejos, hasta luego!
2 comentarios:
No sé si es consecuencia de la sangre gallega pero la morriña es un sentimiento que me invade con frecuencia. Es la parte negativa de los viajes, de las buenas experiencias y de los momentos más bonitos de la vida. Piensa más en los abrazos de la vuelta que en lo que has dejado atrás. Bienvenida a casa.
Querida Belmonta jay: Aunque te supongo triste por el fin de tu estancia en Colombia, no puedo por menos de alegrarme de que solo nos separe un mar y no dos (uno muy grande) como antes. Imagino tu sensación de vivencias comprimidas y quien sabe si confusas en tu alma....Agradecerte que me hayas incluído entre tus bitacoras amigas, y un abrazo.
See you soon
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