13 de febrero de 2008

El mundo a sus pies

Domingo tarde y todas las tiendas abiertas. Cosa rara en otro lugar pero no en Colombia.
Me decido a adentrarme en un barrio popular, pero aparentemente poco atractivo. En realidad el ambiente y el bullicio es por lo que a mí me resulta interesante.
Tras revisar los escaparates de infinitas zapaterías y responder a los requerimientos de los vendedores diciendo que sólo estaba mirando, accedo a dejarme cuidar por la chica de la penúltima tienda.
Aquí las mujeres, por lo general, son más bajitas que yo, con lo cual calzan zapatos chiquitos. Conocedora de esa premisa, respondí a la pregunta: "A la orden. ¿En qué puedo ayudarla?", diciendo lo siguiente: "¿El número 40 de estas botas, por favor?". Y efectivamente, la expresión de la chica fue todo un poema. "¡Uff! Lo voy a mirar, pero no creo. Aunque este 39 es de horma grande"- prosiguió, convincente. Pero no lo suficiente para mí.
Así que ella, incansable, me sorprendió con lo siguiente: "A la orden. Pero si quiere, en 3 días se lo tienen a la medida de fábrica". A eso le llamo yo buena atención al cliente. Te tratan como a una reina, ponen el mundo a tus pies, como rezaba el cartel de la puerta de la tienda. De lo más certero.

4 comentarios:

Gonzalo Visedo dijo...

Estoy aquí con el madrugón, que no me apetece ponerme a currar, y echando un vistazo a tu blog y tus peripecias colombianas... En fin, hija, me hace gracia lo del helicoptero, porqu een otro blog al que suelo acudir por lo peculir, comentaban los 10 helipuertos peculiares del mundo, y hay uno en Bogotá.
Es curios, en Madrid está prohibido que los helicopteros privados sobrevuelen la ciudad, y los de la policía o ejército deben seguir la línea de las calles... Aunque no me lo creo del todo.
Pues nada, acudiré de vez en cuando por aquí. No dejes de ir al cine, y no crezcas más, que te veo andando descalza por allí

Judith dijo...

Hola Gonzo!
Qué alegría leerte por aquí! Pues ya ves, por eso me parecía raro lo de los helicópteros que vuelan bajito, bajito.
En fin, por suerte me he traído mis propios zapatos así que no hay peligro.
Bueno, suerte con el trabajo y a ver si se te cura el dolor del madrugón! Yo aquí me levanto todos los días a las 7 así que...
Besos

Yago dijo...

Yo me levanto a las ocho y media y sufro como un perro todos los días.Levantarse antes de las once duele.
En cuanto a los helicópteros, desde hace unos meses, he notado que hay un huevo y medio sobrevolando Madrid incluso por la noche. Qué pesados. De hecho, los veo desde mi terraza y dudo que la trayectoria que sigan sea la de la calle.
Desconfíen de los helicópteros.

Judith dijo...

Caramba carambita con e¡los helicópteros!!! Sí que ha dado de sí el tema. Veo que el mundo se va militarizando a marchas forzadas... qué desastre.
Bueno chicos, saludos desde Popayán, que ya me fui de Bogotá. El lunes empieza lo bueno, aunque ya escribiré algo sobre el lugar en el que me estoy quedando, que es como una peli mexicana de Buñuel... So freak!
besos